Salud

Me comprometo a garantizar que todos los estadounidenses tengan una atención médica asequible y de calidad. En los últimos 10 años, la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio ha avanzado considerablemente hacia este objetivo, a pesar de los intentos continuos de socavarla. Desde que se promulgó la ley, más de 20 millones de estadounidenses han obtenido cobertura médica, incluidos 750,000 en el estado de Washington, y la tasa de no asegurados del país se ha reducido casi a la mitad. Ya no se puede discriminar a los estadounidenses con enfermedades preexistentes, se han prohibido los límites anuales y de por vida, no se puede cobrar más a las mujeres por la atención médica que a los hombres y los adultos jóvenes pueden permanecer en el plan de sus padres hasta los 26 años.

Ninguna ley es perfecta, y creo firmemente que podemos introducir mejoras sin comprometer las protecciones fundamentales para la clase media. Por eso soy una firme partidaria de la lucha por reforzar la ley para ampliar la cobertura y abordar el elevado costo de los medicamentos con receta.

En la Comisión de Medios y Arbitrios, mis colegas y yo pusimos fin a la facturación médica por sorpresa de una vez por todas, creando una forma de que las aseguradoras y los proveedores gestionen los conflictos de facturación sin perjudicar a los pacientes. Esto demuestra que el Congreso puede reunirse de forma bipartidista para abordar los problemas de atención médica y debería dar un nuevo impulso a nuestra aspiración de cumplir con el pueblo estadounidense.

De ahora en adelante, también tenemos que impulsar las inversiones de nuestra nación en investigación médica en los Institutos Nacionales de Salud y otras agencias federales para acelerar el desarrollo de nuevas curas, tratamientos y vacunas. La rapidez con la que desarrollamos varias candidatas a vacunas contra la COVID-19 fue notable y demuestra que, con los recursos adecuados, los investigadores pueden lograr avances médicos significativos.

Por último, creo firmemente que las mujeres deben ser libres de tomar sus propias decisiones médicas sin interferencia de los políticos o los empresarios. Como líder del Comité de Dirigentes Proabortista de la Cámara de Representantes, siempre seré una firme defensora del acceso de las mujeres al control de la natalidad y a los servicios de planificación familiar.